miércoles, 7 de octubre de 2015

Comunicado







        
        
         Quien suscribe, en calidad de Presidente del III Congreso Crítico de Narrativa Venezolana, cumple con el deber de informar la decisión tomada por el Comité Organizador, la cual consiste en posponer la celebración del evento en virtud de la crisis que vive el país en todos sus órdenes. Una situación a todas luces desfavorable que si bien no ha logrado quebrar nuestro optimismo, hoy nos impide continuar con la producción que iniciamos en octubre del año pasado para analizar el estado actual de la narrativa nacional y celebrar la trayectoria de nuestra novelista Ana Teresa Torres.
         No fue fácil tomar la decisión y la postergamos hasta el punto en el que tuvimos que reconocer, desde la inconformidad, que esta realidad nos supera a todos. Por lo tanto consideramos que de empeñarnos en nadar contra la corriente nos estaríamos arriesgando  a montar un congreso fantasma: con ponencias pero sin ponentes, dadas las distintas dificultades que enfrentarían los posibles asistentes, como ya lo han manifestado desde varias universidades del país.
        
        
         El origen político de los vientos adversos que nos azotan se expresa en la presión económica bajo las siguientes razones:

La inflación calculada en 151,8% para el cierre de 2015 repercute en el precio de los pasajes  y en el costo de hospedaje. De hecho hay mucha reserva e incertidumbre en las líneas aéreas y ningún hotel de la isla mantiene sus  tarifas ni ofrece presupuestos por más de una semana.

El incremento promedio de los precios alcanzó 179,5% en los últimos 12 meses produciendo una irracional distorsión en la relación precio-valor, con la cual se acentúa el caos social.

A intramuros se tiene un déficit presupuestario que no permite cubrir los recursos y servicios básicos, razón que condujo al Consejo de la Facultad de Humanidades y Educación de nuestra universidad a declararse en emergencia académico-administrativa. Estas pésimas condiciones laborales, además de impedir el comienzo de actividades, influyen negativamente en el  financiamiento necesario para poder participar en un evento de cualquier naturaleza.

Por razones como la anterior según Fapuv hay doce universidades públicas negadas al reinicio de clases: un modo pacífico de enfrentar la campaña oficial de exterminio contra las casas de estudio que no aceptan el pensamiento único ni la falsedad de un poder que, tras la máscara del Socialismo del Siglo XXI, devaluó la utopía al defraudar la ilusión popular, el mismo poder que sin la máscara trata de convertir al país en una interminable cola de mendigos.

        
         En estas circunstancias lo mejor es esperar, esperar activamente. De momento me despido hasta nuevo aviso, no sin antes agradecer el entusiasmo de los investigadores, profesores y estudiantes del área.

         En Caracas a los seis días del mes de octubre de dos mil quince.


Ángel Gustavo Infante
Presidente del III Congreso Crítico de Narrativa Venezolana
Contra el olvido
Director del Instituto de Investigaciones Literarias de la Universidad Central de Venezuela





lunes, 10 de agosto de 2015

Tercera circular







Sede: Programa Nueva Esparta, Universidad Central de Venezuela

TERCERA CIRCULAR
PRÓRROGA PARA CONSIGNAR RESUMEN HASTA EL 15 DE SEPTIEMBRE



 
Pese a las difíciles circunstancias que atraviesa el país, y en especial el sector universitario, seguimos adelante con la organización del III CONGRESO CRÍTICO DE NARRATIVA VENEZOLANA, en el cual se le rendirá tributo a nuestra apreciada novelista Ana Teresa Torres. En esta oportunidad les recordamos que el evento tiene por finalidad reunir a diversos especialistas del área de la crítica y de la investigación para debatir sobre las diferentes modalidades del cuento, la novela y otros géneros narrativos del país.


EVENTOS PRINCIPALES

Conferencia central: Inés Quintero

Presentación de la obra de Ana Teresa Torres: Antonio López Ortega
 



PARTICIPACIÓN

Los resúmenes de las ponencias se enviarán para su arbitraje hasta el 15 de septiembre de 2015  a la dirección electrónica investigaciones.literarias@gmail.com. Indicar en asunto: III Congreso Crítico de Narrativa Venezolana.

El resumen debe incluir: a) Título del trabajo, b) exposición del tema en no más de doscientas cincuenta palabras (250), c) cuatro palabras clave, d) nombre y filiación institucional del ponente, e) dirección de correo electrónico.

Una vez aceptada su propuesta, se le enviarán instrucciones para que efectúe la inscripción en la página del Congreso.


EL CONGRESO SE DESARROLLARÁ SOBRE LA BASE DE LOS SIGUIENTES EJES TEMÁTICOS:

1.       Análisis del discurso
2.      Del mestizaje cultural al multiculturalismo
3.      Géneros emergentes y nuevos formatos (blogs, twitter, webs)
4.      La obra de Ana Teresa Torres
5.      La tradición moderna
6.      Literatura comparada
7.      Marcas del Caribe
8.      Narrativas regionales
9.      Políticas culturales (edición, promoción, mercado)
10.   Publicaciones periódicas
11.    Re-lecturas: figuras, autores, movimientos
12.   Teoría y crítica


      
ARANCELES
Una vez aceptada la propuesta de ponencia deberá formalizarse la inscripción abonando (hasta el 30 de septiembre), el precio correspondiente según las siguientes indicaciones:

Ponentes:                                  Bs. 2500,00
Asistentes:                                Bs. 2000,00
Estudiantes con ponencias:  Bs. 1500,00
Estudiantes asistentes:          Bs. 1000,00

Después de esta fecha las inscripciones tendrán un incremento del 10% por razones operativas.



Una vez aceptado su trabajo proceda a llenar la planilla siguiente haciendo clic en el botón:

​​http://www.emailmeform.com/builder/form/8rWbod1x9Ac03



PASAJES Y HOSPEDAJE
 

En virtud de las circunstancias adversas que atraviesa el país, sugerimos a los participantes tomar las debidas previsiones en relación con la compra de sus boletos aéreos o marítimos.

Hospedajes

**Todas las tarifas están sujetas a cambio sin previo aviso
Para disfrutar de las tarifas corporativas debe indicar la relación con el III Congreso Crítico de Narrativa venezolana y el siguiente número
 HOTEL PLAZA ROYAL MARGARITA
El hotel se ubica en Porlamar, a tan solo 20 metros de la Av. 4 de Mayo, a pocos pasos de la Av. Santiago Mariño. Telf.: (0295) 872.97.65/ (0295) 261.66.66/ (0295) 261.65.22   Fax: (0295) 261.69.55

Tipo
Tarifa x noche
Dobles y Matrimonial
2125
Triples
2635
  

HOTEL PUERTA DEL SOL

El hotel se encuentra en la calle Los Pinos entre avenida 4 de Mayo y Avenida Rómulo Betancourt, Porlamar. La tarifa corporativa es un 15% sobre la publicada. (Desayuno cortesía del hotel). Teléfonos: (0295) 263.59.02/ 264.54.75/ 264.44.21

Capacidad por habitación
Tipo de habitación
Tarifa (14/09/15 a 17/12/15)
Sencilla
Standard
5.700,00
Superior
7.700,00
Doble
Standard
5.900,00
Superior
7.900,00
Triple
Standard
6.100,00
Superior
8.100,00
Cuádruple
Standard
6.300,00
Superior
8.300,00
Junior suite (2 personas)
Superior
8.300,00
Suite (6 personas)
Superior
18.000,00

HOTEL BELLA VISTA

El hotel está ubicado al final de la Av. Santiago Mariño cruce con calle Igualdad, Edificio Hotel Bella Vista, Urbanización Bella Vista, Porlamar. Teléfonos: (0295) 261.72.22 / (0295) 261.41.57

Tipo de Habitación
SGL o DBL
TPL
Vista Ciudad
9.739,00
13.371,00
Vista Piscina
12.333,00
15.765,00
Vista Balcón
12.936,00
16.368,00


MARBELLAMAR HOTEL & RESORT

Este hotel tiene convenio con la sede del programa Nueva Esparta para trabajadores de la UCV, si desea obtener el beneficio debe comunicarse con la Licenciada Patricia Maíta o Karen González en Nueva Esparta mencionando que participará en el III Congreso Crítico de Narrativa Venezolana. Teléfono: (0295) 263.50.37


INFORMACIÓN
            Instituto de Investigaciones Literarias, UCV
            Teléfono: 0212 605 0482
            Telefax: 0212 693 05 65

COMITÉ ORGANIZADOR


Octavio Acosta
Antonietta Alario

Ana García Julio
Ángel Gustavo Infante
María del Rosario Jiménez
Vicente Lecuna
María Eugenia Martínez P.
Mario Morenza
Yafi Nose
Maritza Pimentel
Rebeca Pineda Burgos
María del Pilar Puig
Mayra Salazar González
Carlos Sandoval



PATROCINANTES

Vicerrectorado Académico (UCV), Dirección de Cultura (UCV), Gerencia de Información y Conocimiento (UCV), Comisión de Estudios de Postgrado FHE-UCV, Fundación UCV, Dicori (UCV).






lunes, 11 de mayo de 2015

Nota de duelo





El Instituto de Investigaciones Literarias se une al duelo que embarga a la comunidad ucevista por la muerte del profesor Alexis Márquez Rodríguez (1931-2015), docente, escritor y consecuente promotor del correcto uso del castellano. Recordado con aprecio por su gestión como director de la Escuela de Comunicación Social de la UCV (donde su libro La comunicación impresa es texto de imprescindible consulta) y como Presidente del sello estatal Monte Ávila Editores Latinoamericana (1996-2001), Márquez Rodríguez tuvo el honor de ocupar el sillón Z de la Academia Venezolana de la Lengua, y de ser miembro de la Academia Norteamericana de la Lengua Española y la Academia Cubana de la Lengua. Asimismo, fue reconocido con mención honorífica en el Premio Municipal de Prosa (1966), con la mención ensayo del Premio Municipal de Literatura (1975), con el Premio Nacional de Periodismo, en las menciones de Docencia y Opinión, y con la Orden Andrés Bello en Primera Clase (1996). Durante 15 años nos ilustró sobre las bondades de nuestro idioma en su columna “Con la lengua”, publicada en El Nacional y Tal Cual, y recogida en una colección de libros homónimos. Deja, en suma, un ejemplar legado, como académico y amante del buen decir. A sus familiares y amigos, nuestra palabra de condolencia.

miércoles, 6 de mayo de 2015

Segunda circular





Contra el olvido
III Congreso Crítico de Narrativa Venezolana
(Porlamar: del 1 al 3 de diciembre de 2015)



Sede: Programa Nueva Esparta, Universidad Central de Venezuela



Segunda Circular
  
Pese a las difíciles circunstancias que atraviesa el país, y en especial el sector universitario, seguimos adelante con la organización del III congreso crítico de narrativa venezolana, en el cual se le rendirá tributo a nuestra apreciada novelista Ana Teresa Torres. En esta oportunidad les recordamos que el evento tiene por finalidad reunir a diversos especialistas del área de la crítica y de la investigación para debatir sobre las diferentes modalidades del cuento, la novela y otros géneros narrativos del país.


Eventos principales

Conferencia central: Inés Quintero

Presentación de la obra de Ana Teresa Torres: Antonio López Ortega

Participación

Los resúmenes de las ponencias se enviarán para su arbitraje hasta el 31 de julio de 2015  a la dirección electrónica investigaciones.literarias@gmail.com. Indicar en asunto: III Congreso Crítico de Narrativa Venezolana.

El resumen debe incluir: a) Título del trabajo, b) exposición del tema en no más de doscientas cincuenta palabras (250), c) cuatro palabras clave, d) nombre y filiación institucional del ponente, e) dirección de correo electrónico.

Una vez aceptada su propuesta, se le enviarán instrucciones para que efectúe la inscripción en la página del Congreso.



El Congreso se desarrollará sobre la base de los siguientes ejes temáticos:

1.      Análisis del discurso
2.      Del mestizaje cultural al multiculturalismo
3.      Géneros emergentes y nuevos formatos (blogs, twitter, webs)
4.      La obra de Ana Teresa Torres
5.      La tradición moderna
6.      Literatura comparada
7.      Marcas del Caribe
8.      Narrativas regionales
9.      Políticas culturales (edición, promoción, mercado)
10.   Publicaciones periódicas
11.    Re-lecturas: figuras, autores, movimientos
12.   Teoría y crítica


       
Aranceles
Una vez aceptada la propuesta de ponencia deberá formalizarse la inscripción abonando (hasta el 15 de septiembre), el precio correspondiente según las siguientes indicaciones:

Ponentes:                                     Bs. 2000,00
Asistentes:                                   Bs. 1500,00
Estudiantes con ponencias:       Bs. 1000,00
Estudiantes asistentes:              Bs. 500,00

Después de esta fecha las inscripciones tendrán un incremento del 10% por razones operativas.


Pasajes y Hospedaje
En virtud de las circunstancias adversas que atraviesa el país, sugerimos a los participantes tomar las debidas previsiones en relación con la compra de sus boletos aéreos 0 marítimos.

En próximas circulares se enviará información relativa a las diversas posibilidades de alojamiento.

Información
            Instituto de Investigaciones Literarias, UCV
            Teléfono: 0212 605 0482
            Telefax: 0212 693 05 65

Comité Organizador
Antonietta Alario
            Ana García Julio
Ángel Gustavo Infante
María del Rosario Jiménez
Vicente Lecuna
María Eugenia Martínez P.
Mario Morenza
Yafi Nose
Maritza Pimentel
Rebeca Pineda Burgos
María del Pilar Puig
Mayra Salazar González
Carlos Sandoval



Patrocinantes

Vicerrectorado Académico (UCV), Dirección de Cultura (UCV), Gerencia de Información y Conocimiento (UCV), Comisión de Estudios de Postgrado FHE-UCV, Fundación UCV, Dicori (UCV).



martes, 5 de mayo de 2015

Preinscripciones 2015 - II


La comisión de Estudios de Postgrado de la Facultad de Humanidades y Educación de la Universidad Central de Venezuela anuncia el proceso de preinscripción para Doctorados, Maestrías, Especializaciones e inscripciones en Cursos de Ampliación. Las preinscripciones se realizarán del 11/05 al 22/05 de 2015. Los documentos respectivos deberán ser consignados en la Oficina de Control de Estudios de 8:30 a 11:30 am y de 1:30 a 3:00 pm. 

No habrá prórroga.




Doctorados

                                                                      Teléfonos

Historia*                                                         605 0424

Humanidades*                                                605 0425


*Presentar por escrito anteproyecto de tesis




Maestrías

Análisis Espacial y Gestión del Territorio      605 0105/0533

Gestión y Políticas Culturales                        605 0445/6930077

Inglés Como Lengua Extranjera                    605 0442/6050423

Lingüística                                                     605 0421/0422

Literatura Comparada                                   605 0425

Literatura Venezolana                                 605 0482



Especializaciones
 
 

Inglés Como Lengua Extranjera               0412 907 8035
 


Requisitos de preinscripción en los Doctorados, Maestrías y Especializaciones

Copia del título de licenciado o su equivalente.

Copia de la certificación de notas.

Copia de la constancia de promedio y puesto de promoción.

Currículo actualizado, con sus respaldos.

Una foto reciente, tamaño carnet.

Una copia ampliada de la cédula de identidad, en papel tamaño carta, sin recortar.



Cancelar el arancel de tres (3) unidades tributaras por concepto de preinscripción en efectivo mediante depósito en la cuenta corriente Nº 0134-0112-82-112-3-123960 de BANESCO, a nombre de Universidad Central de Venezuela. No se aceptarán depósitos en cheque.  

Las copias de los títulos y notas obtenidos en el exterior deberán estar debidamente legalizadas ante el respectivo consulado de Venezuela. Si están en idioma extranjero, deberán ser traducidos al idioma español por intérprete público autorizado. 


 
 
 

viernes, 27 de marzo de 2015

El Nazareno. (Leyenda pesquera)





 Carlos Eduardo Frías




Toda la costa que limitaba aquel amplio espacio marino era de una esterilidad desconcertante. Al borde del mar, multitud de peñascos, ofrecían su pecho duro al latigazo del agua; luego, adentrándose en la ribera, estaba la arena menuda que el viento fuerte aplanaba, rizaba o levantaba en grandes torbellinos furiosos, para desbaratarlos contra los cardones dispersos. Erizados de púas.
            A mediodía cuando el sol se clavaba en el centro del cielo, no podía mirarse la llanura amarillenta: de los repliegues más pequeños, del Este, del Oeste, de arriba, de todo el arenal, se desprendía un resplandor violento, agresivo, que chamuscaba las retinas.
            Ni siquiera la palma de un cocotero, ni siquiera unas alas de gaviota, solamente el viento salitroso y cortante, aplanaba, rizaba o levantaba la arena menuda en grandes torbellinos que corrían erguidos a lo largo de la llanura, hasta perderse en la lejanía: devorados por el resplandor.

***

Los dos pueblecitos vivían de la pesca. Ambos poseían las mismas barracas de tablas con techo de palma, impregnadas de un intenso olor de brea y pescado; un trozo de mar; árboles frondosos y ancianos que dan la uva de las playas; redes sin cuento; y muchas barcas de vientre ancho y muchas barcas de vientre angosto y pocas mujeres y muchos chiquillos de piel escamosa.
            Los pueblecitos estaban colocados en los extremos mismos del arenal, como si la vegetación que faltaba en la llanura, volviéndose subterránea, hubiese estallado en ellos con un estallido verde.
            Se comunicaban por tierra, a través de la costa pelada y candente, o por mar, pero mar adentro, porque en la zona próxima a la orilla, el agua estaba sacudida por oleadas vertiginosas que iban a estrellarse contra las peñas verdinegras, pulverizándose en una lluvia finísima.
            Si parecía ayer! Y, sin embargo, iban corridos cincuenta años desde que Rufo saliera con su barca, cierta madrugada.
            Ahora estaba el viejo, muy quietecito bajo la tierra, pero todos los pescadores, sabían de memoria la aventura.

***
           
Cincuenta años atrás, escasearon repentinamente los peces en aquellas aguas. Los más expertos pescadores, los que poseían todos los secretos marinos y conocían el veneno de la luna cuando está hundida en el agua y las artimañas de la pesca, regresaban con las redes vacías.
            Y así pasaban los meses, las semanas y los días.
            Tendrían que emigrar en busca de otro ambiente más benigno, y, los rudos hombres sufrían, pensando en marcharse lejos de aquel sol y aquella agua, que les corrían en las venas como sangre.
            Las mujeres, esperaban todos los días la llegada de los pescadores, aglomeradas en la punta más saliente de la costa.
            Las barcas iban llegando una a una, con las velas pletóricas de viento, pero sin un sólo pez sobre cubierta.
            Las mujeres lloraban entonces y murmuraban oraciones toscas, en tanto que los hombres, silenciosos, alejábanse con los guarales al hombro, haciendo balancear los torsos desnudos.
            Hasta que una madrugada, cuando regresaba cariacontecido Rufo, el más anciano pescador de uno de los pueblecitos, sobrevino el milagro. Se apilonaban las redes húmedas en su barca y Rufo las contemplaba, como husmeando algún maleficio, cuando un muchacho de a bordo llegóse hasta él diciéndole:
            —Patrón, allá trás viene pegao del timón un tronco e mata.
            —¿Y por qué no lo han despegao?
            —No hemos podío, patrón!
            Rufo, seguido del muchacho, se fue a la popa.
            Efectivamente, entre las olas, adherido al timón con sus raíces prolongadas, flotaba un tronco de árbol.
            —A despegá esto! –llamó Rufo, y contra la borda se agrupó la tripulación, armada de largos bicheros.
            Sin embargo, cuando la barca del viejo Rufo, atracó en la orilla, aún permanecía enredado. Varios pescadores llegaron hasta él a nado y cortándole algunas raíces, lograron desprenderlo. A remolque lo empujaron hacia la playa.
            Si parecía ayer! Y, ya iban corridos cincuenta años!

***
           
Ahora el tronco estaba bajo el techo de una capilla breve, de paredes encaladas.
            Por la posición vertical en que se mantenía, las largas raíces filamentosas, pendían lacias como una cabellera vegetal.
            Bajo de ellas, la corteza rugosa, de bruscos relieves, esbozaba un rostro lejano de Jesús magullado.
            Hacia la parte en que descansaba la cruz, una cruz maciza y enorme, el tronco se gibaba como una espalda bajo un peso fuerte.
            Del conjunto informe, surgía lentamente, en una lenta ascensión, la figura definida, rotunda, del Nazareno.
            Se acumularon los milagros como las hojas que van cayendo en el suelo de las selvas.
            La pesca tornóse abundante. Las enfermedades escasas.
            El Santo milagroso, velaba por sus protegidos.
            Como buenos hermanos, los pueblecitos ribereños compartieron el hallazgo extraordinario. Todos los años, la imagen era transportada de un lugar al otro, llevada en andas al través de la costa desnuda.
            Rufo, el viejecito favorecido, en el día del Nazareno, vistió se con un sayal morado y grueso cordón a la cintura. Se estuvo muy silencioso durante los preparativos para la salida de la procesión y, cuando el Santo apareció en el umbral de la capilla, con la mayor serenidad acercóse a él y retirando la pesada cruz del hombro de la imagen, echósela en el suyo. No hubo manera de disuadirle.
            Días después de esa procesión, el anciano pescador durmióse tranquilamente. bajo las velas tensas de su barca y cuando intentaron despertar le, no lograron que abriese los ojos, ni tampoco encontrarle huellas de la desolladura que el madero le produjese.
            Así nació la costumbre singular y era de verse todos los años el desfile lento de la imagen a lo largo de la llanura con la espalda libre de la cruz y era de verse el gozo del pescador agraciado por el Nazareno, que la soportaba durante la jornada interminable.
            Si parecía ayer! Y ya iban corridos cincuenta años!

***

            Era por Semana Santa y era el día del Santo Milagroso, del Santo Patrón de la costa.
            Por esta vez el milagro mayor recayó sobre la cabeza rizosa de Colás, un pescador de bíceps formidables y amplia experiencia marina saturada de yodo.
            Colás vivía por entonces en una isla vecina y en su cayuco estrecho y largo, verificaba la travesía en pocas horas.
            Su mujer teníale preparada una túnica violeta y un grueso cordón de cocuiza, para: que se lo amarrase por la cintura.
            La población de los dos pueblos, aglomeróse frente a la capilla.
            Numerosos rapaces de todas las edades, iban llegando con sus sayales morados.
            Brillaba un fervor primitivo en todos los ojos, en todos los rostros.
            Los marinos altos y cuadrados, con gran respeto, se fueron agrupando en torno a las rejas de la entrada, después de santiguarse con el gesto torpe de sus manos anchas.
            Por sobre la multitud, pasaron repetidas veces las aves del mar, en giros tardos.
            El sol chorreaba un oro desvaído sobre las hojas regordetas de los uveros.
            El viento tornóse suave y dejó de enmarañar con sus dedos ganchudos, la cabellera de los cocotales.
            Por algo era aquel día, el día del Santo Patrón de la costa!
            Los elementos y los hombres, se preparaban a rendirle un homenaje digno de su divinidad.
            Dieron las nueve de la mañana, hora en que emprendía su marcha la procesión, a lo largo de la ribera, para llegar al otro extremo de la llanura con la caída del sol.
            La gente, esperaba por Colás, que no aparecía.
            En un corrillo, dijo un pescador:
            —Qué raro que no haya venío Colál
            Otro:
            —Sí oh, qué raro!
            Un tercero:
            —Yo lo vide anoche, allá en la Isla, antes de venime. Fuí cajedél, y que iba a vení solo, porque la mujé está enferma.
            Una voz:
            —Pa mí que Colá, no quié echase la crú encima!
            Una vieja:
            —Jesú Panchito, no diga eso!
            En la puerta de la capilla, apareció un monago flaco, con los brazos encorvados bajo el peso de los cirios.
            Luego surgió el sacristán, con aspecto de canónigo, trayendo solamente tres o cuatro cirios y con la cara grave y abacial.
            Y, por último, allá en el fondo, comenzó a moverse un bulto de contorno esférico, semejante a una gran boya alquitranada. Era el cura. Este, el sacristán y el monago, figuraban sólo anualmente, en el día extraordinario y desaparecían luego, dejando un suave olor a incienso, que la brisa marina se encargaba de borrar.

***
           
A eso de las diez, como no llegase Colás, la procesión comenzó a salir del pueblo lentamente.
            El Nazareno, con las guedejas vegetales mecidas por la brisa, dejaba ver en las facciones, ya muy pronunciadas, una expresión dulce y tranquila.
            Sobre el hombro curvado, estaba la cruz pesada, que el Cirineo ausente, debió soportar.
            El gentío marchaba preocupado, por la rara ausencia de Colás.
            Presentían algo inesperado, porque era la primera vez que se rompía la tradición, la primera vez que el Santo, soportaba la cruz en su día.
            Cuando marchaban por la costa, a pleno mediodía, el sol echó más troncos a su hoguera y todo el suelo, pareció chisporrotear.
            El viento hasta entonces suave, afilóse las uñas en el filo del horizonte y se lanzó sobre la multitud, apagando los cirios y arrastrando hacia el mar, la tenue humareda del incensario, que el monago agitaba sin descansar.
            Rezaban con los ojos bajos y con un fervor marino.
            Doce pescadores, sostenían las andas que soportaban al Santo e iban guiándose, merced a la voz de un anciano, porque llevaban los ojos vendadas con unos vendajes negros, para protegerse del resplandor.
            A ratos se formaba en el confín, un torbellino de arena, que avanzaba hacia la procesión como una columna de pies veloces y luego deshacíase sobre ellos en una nube de polvo caliente.
            Aquellos que volvían los ojos hacia el Nazareno, clavado en el centro de una tarima, podían observar la dulzura de sus facciones, que parecían sonreír, bajo la doble cruz de madera y de sol.
            Las mujeres volteaban hacia atrás, tratando de descubrir la llegada del Cirineo desaparecido.
            Pasaron las horas lentamente, muy lentamente. Como un tabardillo sobre las cabezas descubiertas de los fieles.
            No apareció Colás.
            El Nazareno sonreía divinamente entre la multitud angustiada que no se atrevía a quitarle aquella cruz que presentían más aplastante que nunca.
            Por el retardo en la salida llegarían a la otra punta de la llanura ya entrada la noche.
            Sobrevino suavemente el crepúsculo.
            El viento refrescóse y el sol comenzó a hundirse en la caverna del mar.
            Las Mamas de los cirios ardían tranquilas, en actitud vertical.
            Se oía mejor el rumor grave de las oraciones.
            El humo del incensario envolvía la figura del Santo con su red vaporosa y perfumada.
            La obesidad del cura regodeábase ante la proximidad del descanso.
            La prosopopeya del sacristán comenzó a inflarse de nuevo y el monago sentía en sus bolsillos, el tintineo opaco de los centavos ofrecidos por el cura.
            La llanura llenóse de una paz ancha y bonachona.
            Ahora la marcha era descansada.

***
           
Unos muchachos que iban adelante salieron de entre unos peñascos gritando algo con voces temerosas.
            Inconscientemente la procesión avanzó con mayor rapidez hasta alcanzar el sitio en que los muchachos lanzaran sus gritos.
            Como el Nazareno estaba al frente de la multitud, llegó con los primeros.
            Recostado contra una 'peña musgosa y cubierta de cangrejos, estaba Colás con los ojos muy abiertos, repletos de cristales salitrosos, lo mismo que el sayal de estameña burda.
            En torno al tórax amplio y por sobre los brazos membrudos, se le enroscaba un grueso cordón de cocuiza.
            El rostro, levemente contraído, se aclaraba con una sonrisa final, que parecía saludar al Santo.
            Los pescadores se llenaron de terror.
            Del sayal burdo de Colás, parecía desprenderse suavemente un humillo violeta, que comenzó a subir hacia arriba, hacia lo alto, en el aire diáfano del atardecer. Después, entre las nubes, el viento fuerte de las alturas, se puso a extenderlo por todo el cielo, hasta que el crepúsculo, recostado contra el mar, se hizo violeta, de un violeta pálido como la estameña del sayal.
            El Nazareno sonreía con mayor dulzura, bajo sus guedejas vegetales y la sombra de la cruz, vino a caer en el hombro mismo de Colás, vestido de Cirineo y que parecía esperarla, recostado contra la peña musgosa, cubierta de cangrejos de un morado apoplético…